Desde el Grupo Latinoamericano de Estudios, Formación y Acción Feminista (GLEFAS), queremos manifestar nuestro profundo pesar por el fallecimiento de nuestra compañera y maestra María Lugones, gran pensadora de nuestro tiempo, madre del feminismo descolonial, compañera y amiga.
Su obra, acogida tempranamente por nuestro Tejido cuando aún era desconocida en el Abya Yala de habla hispana y portuguesa, fue fundamental para el devenir de nuestro trabajo teórico-político, siendo hoy uno de los referentes colectivos fundamentales del feminismo descolonial en la región. El trabajo de María es faro tanto para nuestro Tejido como para muchos otros proyectos que han caminado, caminan y caminarán por las sendas de lo descolonial.
El estudio minucioso de su obra y el contacto directo y permanente con ella, gracias a que aceptara formar parte de nuestro grupo, nos permitió estar en el origen del feminismo descolonial en la versión más cercana y apegada a su pensamiento, así como, convertirnos en promotoras, formadoras y colaboradoras en el desarrollo de este programa investigativo y de acción política. Estaremos eternamente agradecidas por su generosidad en compartir sus experiencias, vivencias y pensamientos y estamos convencidas que el tiempo en que ella pudo participar activamente de nuestro colectivo constituye uno de los momentos más fructíferos y promisorios de la producción de pensamiento feminista descolonial en la región. Sin ella esto no hubiera sido posible.
De María recordaremos su risa, su pasión por el tango, la historia personal detrás de cada una de sus tesis, su retrato cercano de varias de las grandes referentes del feminismo de color que vivió en los Estados Unidos, tan preciado para nosotras, así como su versión del nacimiento del giro decolonial y sus intercambios con el otro gran maestro, ya fallecido, Aníbal Quijano. Nos quedaremos con su pasión por la vida, con su mirada de niña dulce y encantadora que supo mantener aún en la adultez y a pesar de las heridas, con su amor por los detalles y las flores y lo implacable de sus certezas.
Ella nos deja su gran sabiduría, su gran amor por los pueblos condenados del mundo, sus grandes enseñanzas sobre la necesidad de una política centrada en la restitución del lazo fracturado por la modernidad occidental, su reconocimiento de la resistencia siempre viva contra el afan de dominación, su deseo de comunalidad y permeabilidad. Nos deja, además, la terrible terquedad con la que perseguía sus sueños y alimentaba sus luchas. María, queremos insistir en ello, seguirá viva en nuestro caminar, en nuestro afán por descolonizar el feminismo y por llevar la política contra el racismo al centro de la política feminista.
La noticia de su partida de este mundo nos llega en medio de un momento triste de la humanidad, donde la muerte acecha cada rincón del planeta. Su partida nos deja un gran vacío que esperamos llenar mediante el compromiso de seguir profundizando en su legado y darlo a conocer a las nuevas generaciones.
María, te recordaremos siempre junto a tu guaguita, tu inseparable compañera. Tus palabras y tu aliento nos serán eternos, como eternos nuestro agradecimiento y cariño. Contigo aprendimos que los territorios pueden estar más allá de los mapas, se hacen en los caminos, te sentimos todas nosotras juntas, por eso contigo decimos:
“No quiero hablar por ti sino contigo…El diálogo entre nosotras requiere dos voces y no una»
“Tenemos que reemplazar la rigidez de la Modernidad con el cuerpo a cuerpo, el mano a mano, tejiendo juntas el yo comunal”
TODO FEMINISMO QUE NO ES ANTIRRACISTA ES RACISTA