En la Amazonía, un grupo de mujeres de diferentes nacionalidades indígenas con las que hemos compartido un proceso de formación este año se propone detener la ampliación de la frontera petrolera anunciada por el gobierno de Ecuador y el capital trasnacional. Desde que supieron que la vida de la selva y de sus habitantes está en peligro, estas mujeres han hecho reuniones públicas, foros y manifestaciones, expresando su descontento. Incluso caminaron cientos de kilómetros desde sus territorios hasta Quito, la capital del país.